25.2.08

LO NEGRO

El acto irreversible, la cascada incontinente: hacer, decir, correr, vestir, bañar, dormir y el negro. El centro. La inevitabilidad de las cosas. No figurar en el catálogo de las formas justas.

No.

Acto patriarcal y descarriado que lleva a ese centro de peces dorados que nadan bajo los pies de la bailarina.

El porqué a medianoche. La luz escasa y redonda, un farol y pocas prendas. Correr, mirar, arder, salir y verte envuelto por esos tules, los de la cáscara de tu esencia.

Tu negro amanecer de noches sueltas. Tristeza tu alma, ardor tus ojos y esas cosas, cosas de antes, y después. Después...

Lo negro.

Canción de almas, tu llanto, varón completo. Acometida ante tu impronta, me pliego y rezumo el olor que atrae a los perros negros de la tierra húmeda. Incorregible, devoro tus ansias y los desechos: dar, cambiar, romper, partir, partirte, en dos, las ganas.

Te envío flores, no negras, no rojas: blancas.

Irreversible, tu canción a la orilla del río, cuando decías “Y todo tan de repente, y todo tan despacio”.

Comiste abejas, tu miel salada, mi angustia ausente, tu olor, mis ansias.


(41 is nothing if you're not here)

No hay comentarios.: