No.
Acto patriarcal y descarriado que lleva a ese centro de peces dorados que nadan bajo los pies de la bailarina.
El porqué a medianoche. La luz escasa y redonda, un farol y pocas prendas. Correr, mirar, arder, salir y verte envuelto por esos tules, los de la cáscara de tu esencia.
Tu negro amanecer de noches sueltas. Tristeza tu alma, ardor tus ojos y esas cosas, cosas de antes, y después. Después...
Lo negro.
Canción de almas, tu llanto, varón completo. Acometida ante tu impronta, me pliego y rezumo el olor que atrae a los perros negros de la tierra húmeda. Incorregible, devoro tus ansias y los desechos: dar, cambiar, romper, partir, partirte, en dos, las ganas.
Te envío flores, no negras, no rojas: blancas.
Irreversible, tu canción a la orilla del río, cuando decías “Y todo tan de repente, y todo tan despacio”.
Comiste abejas, tu miel salada, mi angustia ausente, tu olor, mis ansias.
(41 is nothing if you're not here)
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