28.12.09

El Juego de la Oca

Todo este asunto es como el Juego de la Oca: avanzás 3, retrocedés 2. Avanzás 1, retrocedés 3 y así. El juego se torna aburrido y no terminás más. Mandás los dados al carajo, las fichitas terminan debajo de la cama y un día las enganchás con la aspiradora, te olvidás y las tirás a la mierda cuando cambiás la bolsa.

Puede parecer una analogía completamente idiota y fácil, pero si observamos con atención, no lo es tanto. Hay un tablero, hay un par de muñequitos, hay -de hecho- una estrategia. Y sobre todo, reglas. No las seteé yo (por supuesto!), ni creo saber tampoco quién las ha impuesto. Muchas veces se autoimponen. Hay quien se calienta porque no sabe perder, quien no sabe jugar y quien no se banca estar jugando sin saber cómo va a terminar. A veces es muy divertido.

Yo quería jugar con la ficha azul, pero me la ganaron de mano. Así que me tocó la verde.

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